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[acc_item title=”Fragmento del Libro”]
Cody estaba cansado. Necesitaba unas verdaderas vacaciones. Había trabajado sin cesar por cinco largos años. Su jefe le había ordenado tomarse un descanso. Con tres meses acumulados de tiempo para vagar y recorrer el país, no sabía por dónde empezar.
Su vida transcurría envuelta en una rutina monótona y aburrida. De su casa al trabajo y del trabajo a su casa. Pasaba su tiempo libre “buceando” por la red en busca de conectar con otro como él. Un cambiaforma lobo. Solitario. Sin manada. Sin familia.
Hacía un año que se había hecho amigo de Steven. Un bombero que vivía en Nueva York, alguien como él. Alguien que pasaba sus días entre los humanos y otros tipos de cambiaformas enfrentando su soledad.
Sabía que Steven no era su compañero, aun sin haberse visto cara a cara ni una sola vez. El bombero había encontrado a su compañero destinado, un cambiaforma escorpión que rechazó su vínculo y le dio la espalda.
Cody no tenía conocimiento que podrían existir compañeros destinados de distintos tipos de cambiaformas. Pero Steven no le mentiría, ¿o sí?
El bombero había arreglado sus asuntos para poder pasar tiempo con su amigo virtual, conocerse y divertirse juntos.
Un mes. Ese era el tiempo que Cody tendría junto a Steven. El hombre era caliente como el pecado y había provocado en el agente del FBI más de un sueño húmedo. Y al fin podrían conectar, al menos era lo que esperaba. Poder tener sexo rudo y salvaje sin tener que esconder quién era, lo tenía excitado desde que Steven le propuso compartir ese mes juntos.
Apagando la computadora, cerró los cajones de su escritorio, se despidió de su jefe y compañeros, y salió del edificio del FBI donde prestaba sus servicios como agente especial en el departamento de Delitos Cibernéticos e Informáticos.
Cody era un nerd, amaba la tecnología, le fascinaba resolver misterios, y su trabajo combinaba ambas pasiones.
Quería correr a su casa para conectarse al chat y poder hablar una última vez con Steven. En breve tendría que preparar su bolso y partir al lugar donde se encontraría con el bombero para iniciar su aventura juntos recorriendo el país.
Caminó hacia el ascensor. Él era demasiado alto y demasiado ancho como para caminar rápidamente por el largo y estrecho pasillo. Se sentía Gulliver en el país de los liliputienses. Con sus 2,15 metros de altura, todos tenían que levantar sus cabezas para mirarlo a los ojos. Muchos le tenían miedo, pero Cody era un perrito inofensivo necesitado de cariño y atención. Y esperaba que Steven pudiera satisfacer esa necesidad en un futuro cercano.
En el ascensor tuvo que encogerse y soportar estoicamente el corto viaje hacia el estacionamiento donde podría estirar su enorme cuerpo dentro de su camioneta y volver a su casa.
Su rutina cambiaba ahora.
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[acc_item title=”Videotrailer”] [/acc_item]
C.Santana –
Original. Esa es la primera palabra que te viene a la mente una vez que has tenido entre tus manos la nueva novela de la autora Gaby Franz. Distinto, singular e inédito, podrían ser los calificativos que usarías a medida que te vas empapando de esta primera parte de la historia de una manada de lobos muy diferente a las ya conocidas por el mundo de la homoerótica.
Cody, un agente del FBI y un lobo solitario, junto con Steven, un bombero sin familia, son quienes nos adentran en el mundo de esta particular manada aún por establecer. Tras una noche de copas de más, surge la inaudita idea de crear una Manada Virtual, una en la que todo lobo sumido en la soledad podrá formar parte de ella y comenzar así una nueva vida en comunidad.
Ya de por sí la idea es refrescante y peculiar, pero la autora la hace aún más atrayente cuando otros personajes van uniéndose a esta característica Manada de Lobos Hambrientos de Amor. Las risas están aseguradas con las conversaciones vía e-mail de algunos de sus personajes, exquisitamente escenificadas en el formato PDF de la obra. No faltarán tampoco momentos de angustia, decepción, intriga, suspense, y emoción, como ya nos tiene acostumbrados la escritora en cada uno de sus libros.
Lo mejor de la obra es que la Manada Virtual existe, y tiene su propia página web donde puedes incluso postularte como miembro:
http://mdlhda.uni.me/?p=3368
Si tu lobo interior siente que la soledad lo come y la tristeza lo invade, no dejes pasar la oportunidad de leerte Génesis y unirte a la Manada de Lobos Hambrientos de Amor.