Capítulo 1
Bruno Torres apuró el paso. Aunque el invierno ya estaba terminando, la noche estaba muy helada y el frío comenzaba a colarse en su chaqueta. Seguía por las escaleras a Simón Vera, su mejor amigo, para llegar al apartamento donde Simón vivía con sus padres. Cuando llegaron a la puerta, metió las manos en los bolsillos para conservar el calor, mientras Simón buscaba sus llaves.
De repente, notó que algo se movía en la puerta del vecino de Simón.
—¿Qué es eso? —preguntó.
—No lo sé —dijo Simón—, probablemente un gato que dejaron fuera, sinceramente no me importa, solo entremos al apartamento, hace mucho frío.
—Es demasiado grande para ser una mascota. Creo que es una persona —dijo Bruno caminando hacia el bulto que divisaba en las sombras.
El pasillo adolecía de luces y estaba muy oscuro, pero Bruno estaba seguro de que no era ninguna mascota.
—¡Demonios! —dijo Simón, siguiéndolo.
El edificio donde vivía su amigo era uno de los construidos en los años ochentas en Chile y sus escaleras y pasillos eran abiertos, por lo que el frío debía estar golpeando fuerte a quien estuviera acurrucado en aquella puerta.
Al acercarse, Bruno se dio cuenta que el bulto era un hombre joven de cabello oscuro; estaba durmiendo, incómodamente apoyado en la puerta. ¿Qué diablos hacía durmiendo afuera con el frío que hacía?
Bruno se puso en cuclillas frente al muchacho dormido, y se sorprendió de lo guapo que era. Tenía unos rasgos definidos, no muy duros pero tampoco femeninos y una boca pequeña y voluptuosa. Sacudió suavemente el hombro del chico y éste se despertó sobresaltado. Cuando logró enfocar la vista, miró a Bruno con los ojos verdes más lindos que había visto nunca. Sus ojos eran dos esmeraldas brillantes, no había otra forma de describirlos.
Quiso en esos momentos cogerlo en brazos y llevarlo al interior del apartamento de Simón, en realidad quería llevárselo a su casa. Si tuviera un lugar propio y no viviera con sus padres, se lo llevaría con él.
Y harían realidad todas las fantasías que estaban llenando su cerebro en esos momentos.
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